¿Qué es una colonoscopia?

La colonoscopia es la endoscopia que nos sirve para explorar el interior del colon y el recto y también, si es necesario, la parte más distal del intestino delgado.

El colon es la parte final del tubo digestivo. Se extiende desde el íleon  hasta el recto. Se suele subdividir en ciego, colon ascendente, colon transverso, colon descendente, sigma y recto.

Para hacer la colonoscopia se usa un instrumento llamado colonoscopio, que es un tubo largo  y flexible que se introduce a través del recto. Permite insuflar aire para separar las paredes del intestino y tiene una cámara  de televisión en su interior que transmite imágenes desde el interior del cuerpo a una pantalla. Además permite pasar distintos instrumentos al interior del cuerpo como pinzas de biopsia, agujas o asas de polipectomía.

 

¿Para qué sirve la Colonoscopia? y ¿cuándo se debe hacer una colonoscopia?

 

La colonoscopia se usa para diagnosticar problemas del colon y el recto y para tomar biopsias. También permite hacer tratamientos, como la extirpación de pólipos, coagular lesiones sangrantes o la dilatación de zonas estrechas que pueden aparecer después de una operación o en algunas enfermedades. La colonoscopia debe ser solicitada por un médico y hay diversos motivos para hacerla:

  • Chequeo o cribado del colon. La colonoscopia se recomienda de manera rutinaria a los adultos de 50 años o más como parte del programa de detección del cáncer colorrectal. Los pacientes con antecedentes familiares de cáncer de colon o recto o pólipos pueden realizarse la colonoscopia a partir de los 40 años, dependiendo del número de familiares y la edad a la que fueron diagnosticados.
  • Estudio de distintos síntomas:
    •  Estudio de anemia ferropénica (por falta  de hierro) en varones adultos o mujeres tras la menopausia.
    •  Estudio de rectorragia o presencia de sangre con las deposiciones.
    •  Presencia de masas o bultos en el abdomen.
    •  Verificar la presencia de pólipos o tumores localizados con un examen previo con enema opaco o un TAC de abdomen.
    •  Diarrea crónica.
    •  Cambio del hábito intestinal.
    •  Dolor abdominal.
  • Seguimiento de enfermedades 
    • Hacer un seguimiento de un hallazgo previo de pólipos, enfermedad infamatoria intestinal o cáncer de colon.
    • Control de  una enfermedad inflamatoria intestinal como colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn.
    • Obtener muestras de tejido para biopsia.
    • Después de un primer episodio de diverticulitis.
  • Tratamiento de lesiones
    •    Extirpación de pólipos.
    •    Coagulación de lesiones sangrantes.
    •    Láser de Argón.
    •   Clips hemostáticos.
    •   Escleroterapia.
    •    Tatuaje endoscópico de lesiones.
    •  Dilatación de estenosis.
    •  Colocación de prótesis.
    •   Resolución de vólvulos.

 

¿Cómo se hace una colonoscopia?

 

Antes de hacer una colonoscopia el paciente debe hacer una dieta y tomar unos medicamentos laxantes que limpiarán el intestino por dentro. Los enemas de limpieza ya casi no se utilizan porque únicamente limpian la parte final del colon. Es fundamental para que la prueba salga bien que el paciente siga estrictamente las indicaciones que le habrá dado su médico antes de hacerse la colonoscopia.

Si el paciente toma anticoagulantes o antiagregantes probablemente debe suspenderlos unos días antes de la prueba. Debe consultar con su médico si tiene que hacerlo y si precisa alguna medicación sustitutoria, como inyecciones subcutáneas de heparina.

El día de la prueba al paciente se le suele poner una vía endovenosa, es decir un catéter fino y flexible en una vena de un brazo, a través de la cual se pasarán medicamentos sedantes y analgésicos a lo largo del procedimiento.

Posteriormente se introduce a través del orificio anal  un colonoscopio que es un tubo flexible con una cámara en su extremo. Se visualiza de manera progresiva los segmentos que componen al colon (recto, sigmoides, colon descendente, colon transverso, colon ascendente y ciego). En algunos casos se puede pasar también a través de la válvula ileocecal para ver la parte final del intestino delgado, el llamado  íleon terminal.

La colonoscopía se suele hacer con sedación endovenosa. Eso quiere decir que se usan medicamentos que, sin llegar a anestesiar al paciente, le quitan las molestias producidas por la prueba. En algunos casos como por ejemplo en los niños, se requiere un anestesista. Sin embargo la anestesia tiene el inconveniente de que el paciente no se puede mover y en algunas ocasiones puede ser necesario cambiarlo de posición para completar la prueba.

Como cualquier exploración médica la colonoscopia tiene sus riesgos. Entre estos se incluyen la perforación del intestino y el sangrado. Sin embargo en manos experimentadas estas complicaciones son raras. Además los posibles beneficios de la prueba, como la detección precoz de un cáncer o la extirpación de un pólipo potencialmente tumoral, son mucho mayores que los riesgos.

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