Causas y consejos para evitar somatizar una enfermedad

Los dolores de cabeza que aparecen repentinamente sin motivo aparente o un malestar estomacal que surge en ocasiones muy concretas pueden alertar sobre una situación dañina para uno mismo. A esto se le conoce como somatizar una enfermedad y se trata de circunstancias en las que el cuerpo manifiesta una incomodidad o dolor que se intenta ignorar. Descubrir el origen del problema no siempre es sencillo.

evitar somatizar una enfermedad

Los dolores de cabeza que aparecen repentinamente sin motivo aparente o un malestar estomacal que surge en ocasiones muy concretas pueden alertar sobre una situación dañina para uno mismo. A esto se le conoce como somatizar una enfermedad y se trata de circunstancias en las que el cuerpo manifiesta una incomodidad o dolor que se intenta ignorar. Descubrir el origen del problema no siempre es sencillo. 

Somatizar síntomas es mucho más frecuente de lo que creemos. Desde muy jóvenes, algunas personas experimentan lo que es la somatización por estrés. Todos conocemos a alguien que antes de un examen tenía que ir corriendo al baño porque se le soltaba el vientre y le empezaba a doler la barriga. Esta era la respuesta que tenía el cuerpo para avisar de que había una situación altamente estresante.

 

¿Qué es somatizar una enfermedad?

A pesar de que ya lo hemos explicado brevemente, en pocas palabras, somatizar una enfermedad es derivar un problema psicológico o emocional al cuerpo. Un ejemplo muy claro lo viven con mucha intensidad las personas diagnosticadas con ansiedad o ataque de pánico. Ya sea durante unos días o en un momento concreto, su cuerpo empieza a revelar una serie de síntomas incontrolables que no pueden evitar.

Pero, existen otro tipo de manifestaciones psicológicas en el cuerpo que pueden pasar desapercibidas. La somatización de la depresión es una de ellas, ya que puede comenzar con insomnio, apatía o aerofagia, entre otros, que se pueden vincular a otro tipo de enfermedades. No obstante, cuando no se encuentra la causa, conviene pensar que puede tratarse de una depresión, como es el caso del que estamos hablando.

 

¿Cómo se manifiesta la somatización por estrés?

Somatizar una enfermedad va a depender mucho de cada persona. No obstante, vamos a intentar explicar, de una forma general, cómo es la somatización por estrés en la mayoría de los casos. Es muy importante saber que el estrés, cuando se mantiene en el tiempo, puede llegar a transformarse en ansiedad y, posteriormente, en ataques de pánico bastante intensos. Por eso, conviene buscar siempre ayuda lo antes posible. 

  • El dolor empieza a manifestarse en el cuerpo cuando el estrés no se libera. Por eso, son frecuentes las contracturas en el cuello y la espalda, cefaleas e, incluso, puede aparecer dolor en las articulaciones por toda la tensión que se acumula. Hay casos en los que la tensión puede generar hasta hernias.
  • Los síntomas gastrointestinales son muy frecuentes. Mencionamos anteriormente el dolor abdominal que puede ir acompañado de diarrea, náuseas, distensión o incluso favorecer el desarrollo de intolerancias alimentarias que antes no se tenían. Somatizar enfermedades es algo muy dañino para el cuerpo.
  • La aparición de reacciones cutáneas también es habitual. El prurito, picor, dermatitis o eccemas pueden surgir debido al estrés. Esta, además de las anteriores formas de manifestación del estrés, es una manera que tiene el cuerpo de revelar un problema que conviene resolver. Haciendo esto llama más nuestra atención.

 

Síntomas más frecuentes de somatizar una enfermedad

La relación que hay entre el estómago y el cerebro es muy estrecha y, por eso, la somatización gastrointestinal es una de las más frecuentes. Esos dolores de barriga habituales, estar dos semanas sufriendo diarreas sin motivo o empezar a expulsar gases de manera muy exagerada es una señal de alarma sobre que algo no está yendo bien.

Asimismo, también los dolores de cabeza son un síntoma habitual al somatizar una enfermedad y conviene tener precaución con las infecciones de orina o la contracción de candidiasis. Se sabe que se produce un desequilibrio en la flora cuando el estrés no se resuelve en el corto plazo y es que cuerpo y mente están muy conectados.

 

Consejos para no somatizar las emociones

Somatizar las emociones es algo inevitable, sin embargo, una vez hayamos detectado que estamos sanos y que el problema está en nuestra mente y lo que sentimos debemos hacer algo para resolverlo. Para ello, la primera opción es ponerse en manos de un profesional de la salud mental para que nos ayude a detectar qué es lo que nos puede estar pasando. Tal vez la relación con nuestra pareja no sea la mejor o el ambiente laboral sea tóxico.

Hay personas que no quieren buscar ayuda profesional y que desean intentar resolver lo que les ocurre por sí mismas. En estos casos, llevar un diario de lo que les sucede a cada día les puede ayudar a identificar cuál puede ser el detonante del estrés, de la ansiedad o de los síntomas que pueden estar alertando de una depresión. Esto último es muy grave y, por eso, nosotros siempre recomendaremos la ayuda profesional.

Una vez identificado el problema hay que hacerle frente. Si es una amistad tóxica, tal vez haya que cortar la relación. En otras circunstancias, lo que hay que modificar es la manera de afrontar una determinada situación. Por ejemplo, intentar ser más asertivo en el trabajo con los compañeros para que no abusen de nuestra buena predisposición para todo.

Asimismo, no podríamos conseguir nada de esto sin un buen cuidado y rutina personales. Hacer ejercicio, meditar, alimentarse bien y, en definitiva, quererse es indispensable para disfrutar de una buena salud mental. Pero, acudir al psicólogo es muy importante y queremos insistir en ello. Además, en Hospitales Parque puedes encontrar la ayuda que necesitas. Nuestro equipo te ofrecerá su apoyo y experimenta para dejar de somatizar una enfermedad para que puedas sentirte, otra vez, tranquilo y feliz