Qué es la diverticulitis: síntomas, factores de riesgo y tratamiento

Descubre en qué consiste la diverticulitis y cuáles son sus causas, factores de riesgo, síntomas y el tratamiento a seguir en esta enfermedad diverticular.

qué es la diverticulitis

El aparato digestivo puede presentar un gran número de enfermedades o trastornos en su funcionamiento. En esta ocasión nos vamos a centrar en una patología que aparece en el colon: la diverticulitis. A lo largo de este artículo vamos a exponer en qué consiste esta enfermedad y cuáles son sus principales causas, factores de riesgo y síntomas. Además, explicaremos cómo se puede prevenir y qué dieta hay que seguir si tienes divertículos, que son las bolsas que, al inflamarse o infectarse, causan la diverticulitis. Una enfermedad en la que los principales síntomas son dolor abdominal, trastornos digestivos (diarrea, estreñimiento…) o incluso fiebre

Si has experimentado algunos de estos síntomas, se recomienda asistir a un especialista digestivo cuanto antes. Hay un gran número de clínicas con grandes profesionales para este tipo de enfermedades. Si por ejemplo buscas un centro médico en Arrecife o un especialista digestivo en Lanzarote, lo podrás encontrar en el Hospital Parque Lanzarote, que cuenta con un equipo especialista en aparato digestivo en el mismo centro de Arrecife

¿Qué es la diverticulitis?

Seguro que lo primero que te viene a la cabeza cuando escuchas la palabra diverticulitis es en qué consiste este tipo de enfermedad. Pues bien, esta patología se encuentra principalmente en el interior del intestino grueso o colon y se produce cuando se produce un trastorno o afección en los divertículos, que son unas bolsas que se hallan en el revestimiento de este aparato digestivo. 

Estas bolsas son más comunes de lo que pensamos, sobre todo en personas con edades superiores a los 40 años. Y, a pesar de que no suelen dar problemas, pueden suponer un riesgo si se inflaman o se infectan alguna o incluso varias de ellas. Es en estos dos últimos casos cuando empezamos a hablar de diverticulitis.

Factores de riesgo de la diverticulitis

Tal y como hemos comentado, el riesgo de sufrir diverticulitis aumenta según se avanza de edad, siendo una enfermedad que suele aparecer a partir de los 40 años. Al envejecimiento se unen como factores de riesgo la obesidad, ser fumador o llevar una vida sedentaria, con una gran falta de ejercicio físico. Además, también suponen un riesgo ante esta patología una alimentación rica en grasas animales y baja en fibra o el consumo de algunos medicamentos, entre los que destacan los antiinflamatorios no esteroideos, los esteroides y los opiáceos. 

Síntomas de la diverticulosis

La diverticulitis aparece mediante varios síntomas que pueden parecer muy comunes a otras enfermedades. El signo más característico de esta enfermedad es el dolor constante durante varios días en la parte inferior izquierda del abdomen o sensibilidad abdominal. También pueden ser signos de esta patología las náuseas y vómitos o trastornos digestivos como el estreñimiento y la diarrea. Además, puede aparecer fiebre. Si nos encontramos ante este último signo o tienes un dolor abdominal persistente deberás asistir al médico lo antes posible. 

Lo primero que hará el especialista será comprobar la sensibilidad abdominal que presenta el paciente, descartando otras enfermedades con un examen físico en otras zonas del aparato digestivo. Lo normal es que también se realice un análisis de sangre y de orina para comprobar que no hay infección e incluso un test de embarazo para las mujeres. Por otro lado, se puede realizar una analítica de enzimas hepáticas o de las heces. Y, por último, el médico puede solicitar una tomografía computarizada (TC), que es la prueba más efectiva para detectar si las bolsas o divertículos están inflamados o tienen infección. Con el TC, se confirmará si tenemos o no diverticulitis y en qué grado se presenta su trastorno para establecer su tratamiento. 

¿Cómo se trata la diverticulitis?

El tratamiento de la diverticulitis variará según la gravedad de la enfermedad en tu cuerpo. Si los síntomas son leves y la afección no reviste complicación, lo normal es que el médico te paute una dieta líquida para que la inflamación se reduzca y te mande tomar un analgésico. Además, se suele recetar un antibiótico para tratar la infección, si la hubiese, o realizar una colonoscopia semanas después de haber sufrido una diverticulitis para descartar enfermedades como el cáncer de colon. 

Ahora bien, si se presentan unos síntomas más graves de la enfermedad, lo más probable es que tengas que ser hospitalizado para tomar antibióticos por vena e incluso drenar la infección que se haya podido producir. En las diverticulitis con mayor complicaciones también se puede precisar cirugía. Esto ocurre cuando hay un absceso intestinal u obstrucción o cuando se ha tenido varios ataques de diverticulitis, entre otras afecciones. 

¿Cómo se previene la diverticulitis?

No hay una fórmula exacta para prevenir la diverticulitis. Sin embargo, hay ciertos factores que pueden ayudar a evitar esta enfermedad digestiva. Lo primero es abandonar, si la tuviéramos, la vida sedentaria. O, lo que es lo mismo, hacer ejercicio físico con frecuencia. Esto ayuda a que el intestino funcione correctamente. Otro hábito que puede contribuir a prevenir esta patología es el aumento de fibra en nuestra dieta mediante alimentos como la fruta, las verduras o los cereales. Esto ayudará a acelerar el tránsito intestinal. Por último, no podemos olvidar beber mucho líquido, sobre todo agua, que es necesaria para no sufrir estreñimiento y que nuestro aparato digestivo no se resienta. 

¿Qué se puede comer con divertículos?

Como hemos destacado previamente, lo más importante para prevenir una inflamación o infección de los divertículos en el intestino es llevar una dieta rica en fibra y beber mucha agua. Así, entre los alimentos más recomendados para evitar la diverticulosis o tratarla, si ya ha aparecido algún síntoma, son las frutas (lo más recomendable es tomarlas sin cáscara ni semilla) y las verduras, también sin cáscara y siempre cocidas. Además de esto, aparecen como alimentos indicados para este tipo de enfermedad los huevos, pescados y aves de corral, los cereales, las pastas y alimentos como la leche, el yogurt y el queso. 

Para las frutas, las más indicadas son las manzanas, las naranjas o las peras. Mientras que, en el caso de las verduras, es muy recomendable comer productos como el brócoli, el calabacín, la zanahoria o las coles de Bruselas, entre otras. Además, alimentos como las patatas o los frijoles tienen grandes beneficios para prevenir y tratar la aparición de diverticulitis, al igual que los granos de cereales como la avena, el salvado, etc. 

Diferencia entre diverticulosis y diverticulitis

Antes de concluir, hay que destacar que la enfermedad diverticular se puede hallar en dos tipos diferentes de afecciones. Por un lado, nos encontramos con la diverticulitis, que es la patología tratada a lo largo de este artículo. Y, por otro lado, parece la diverticulosis, que ocurre cuando aparecen los divertículos o bolsas en las paredes del intestino. De este modo, primero aparece la diverticulosis y, a raíz de esta, la diverticulitis, no pudiendo existir la segunda sin la primera. 

Ambas enfermedades coinciden en sus factores de riesgo (envejecimiento, vida sedentaria y una dieta baja en fibra, entre otros) y en gran parte de sus métodos de prevención y tratamiento. En este último caso, la cirugía no se utiliza como método para curar la diverticulosis, a diferencia de en los casos de diverticulitis. El tratamiento de la primera de ellas sólo se lleva a cabo mediante una alimentación rica en fibra y con líquidos y, en algunos casos, con la ingesta de un anelgésico. Por otro lado, la diverticulosis presenta síntomas diferentes a la diverticulitis, siendo frecuente que las personas sufran calambres, hinchazón, sangrado o fístulas cuando aparece la primera de las dos patologías