¿Es un catarro o una alergia?

Conoce los síntomas y tratamientos de la rinitis alérgica o de un resfriado.

Conoce los síntomas y tratamientos de la rinitis alérgica o de un resfriado.

La Dra. Estela Gómez Nieves, alergóloga de Hospital Parque Vegas Altas de Don Benito (Badajoz) nos habla en este artículo de los síntomas del catarro y la alergia, alteraciones que pueden llevar a confusión en esta época del año, pero que hay evidencias específicas que permiten distinguirlas.

 

 

Las alergias de otoño se están incrementando de forma paralela al resto de patologías alérgicas. En ocasiones, los síntomas pueden confundirse con los de un catarro, muy frecuentes en estas fechas. ¿Cómo podemos distinguirlos? En algunos pacientes los síntomas alérgicos no se expresan con tanta claridad como en primavera. Por este motivo, se puede llevar a confusión. Sin embargo, la presentación y la evolución en ambos casos son muy diferentes.

 

Los catarros tienen una duración de entre 5-7 días, se asocia congestión nasal, mucosidad espesa y, se suele acompañar de fiebre u odinofagia. Por el contrario, los síntomas alérgicos duran varias semanas y cursan con intensidad variable en función de la exposición. Además, la clínica es diferente, la alergia provoca síntomas oculares, como prurito ocular, rinorrea clara y líquida, así como estornudos en salvas. Si se asocia asma, tendrá tos seca persistente, sibilancias y dificultad para respirar.

 

En otoño, las alergias más habituales están relacionadas con el polen de la familia de las amarantáceas (Salsola). Afectan ente 30 y 40% de los alérgicos. También la parietaria (20% de alérgicos). Otra alergia muy frecuente, es el hongo Alternaria, bastante típico en esta época otoñal, aunque están presente durante todo el año. Sin embargo, las temperaturas otoñales y la humedad, favorecen la liberación de las esporas de la proteína alergénica responsable de los síntomas asmáticos. Desde septiembre a noviembre es la época más reactiva, especialmente por las tormentas que arrastran las esporas del suelo a la atmósfera.

 

 

La clásica alergia primaveral ha evolucionado con nuevos pólenes alergénicos y mayor capacidad sensibilizante, de esta manera se ha convertido en perenne, con síntomas durante casi todo el año.

 

Por otro lado, también se están incrementado las alergias de otoño por el componente genético. Así el riesgo se eleva al 40% cuando uno de los progenitores es alérgico, y alcanza el 60% si los dos padres lo son.

 

Actualmente, la polución ambiental junto con el cambio climático, están contribuyendo a una peor evolución de los pacientes alérgicos.