Las revisiones pediátricas son clave para reducir el impacto de patologías en la edad adulta

Las revisiones pediátricas son una pieza clave para descartar la presencia de patologías graves o aspectos que afecten al desarrollo infantil y que repercutan en la edad adulta, además de contribuir al aprendizaje de hábitos saludables, en especial en lo que a alimentación se refiere, afirma la pediatra de Hospital Parque Miriam Casariego.

Explica que los controles establecidos dentro del Programa del Niño Sano permiten hacer un seguimiento exhaustivo a nivel global desde el nacimiento hasta los 14 años, a través del cual se pueden detectar patologías o alteraciones y, gracias a su detección precoz, tratar y evitar futuras complicaciones.

Asimismo, el programa incluye la aplicación del calendario vacunal con las pautas que deben seguirse en cada edad y que permiten generar una inmunidad en grupo de cara a determinadas patologías.

La pediatra de Hospital Parque señala que las revisiones se mantiene con una periodicidad casi mensual hasta los 15 meses, a lo largo de los cuales se realiza una valoración general del estado del niño, así como de los aspectos más relevantes para cada tramo de edad, además de las pautas de vacunación que se inician a partir de los dos meses.


 

En esta línea, en el primer mes se pone el acento en aspectos relacionados con la lactancia materna o artificial, mientras que a los seis meses se pone el foco de atención en el inicio de la alimentación complementaria. En este caso, explica Casariego, se facilita a los padres las pautas a seguir mediante la incorporación en la dieta de fruta, verdura, cereales y huevo, que se sumarán a la leche materna o de fórmula, hasta que a los 12 meses se incorporen ya la totalidad de los alimentos.

Por otro lado, las revisiones contemplan otros aspectos clave, como la detección de anomalías en el aparato locomotor o la realización de la encuesta M-CHAT a los 18 meses para descartar que el niño padezca autismo.

Las alteraciones del lenguaje, el control de la tensión con el fin de descartar patologías renales o la revisión de la vista a partir de los tres años son otras de las cuestiones que se tienen en cuenta de cara a realizar las correcciones necesarias.

Por otro lado, a los seis y a los nueve años se lleva a cabo una revisión general, así como de la alimentación seguida, de cara a evitar la obesidad.

El Programa del Niño Sano incluye otra consulta a los 12 años, para valorar el estado de la columna para evitar problemas como la escoliosis, o la presencia de la menstruación en el caso de las niñas. El último control se lleva a cabo a los 14 años, en el que a la revisión general se suma la información sobre las relaciones sexuales o las drogas.

Calendario vacunal reforzado

La mejora de la atención integral del niño sano es el objetivo del calendario vacunal reforzado de Hospital Parque, el primero de este tipo de Canarias, con el que se pretende que la población pediátrica reciba las vacunas apropiadas para su edad y estado de salud.

El pediatra Fernando Díaz señala que esta iniciativa sigue las últimas recomendaciones del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría y está en línea con el programa vacunal vigente en Canarias.

Señala que la administración se inicia a partir de los dos meses de edad y hasta lo 14 años e incluye tanto las vacunas financiadas por la sanidad pública para el colectivo infantil como otras que no lo están pero cuya incorporación está justificada según la evidencia científica existente, como es el caso de las vacunas antirrotavirus, contra el meningococo ACWY o del Virus del Papiloma Humano en niños.

Además de estas nuevas prescripciones, el calendario unificado de Hospital Parque contempla el resto de las vacunas financiadas e incluidas en el plan vacunal de Canarias. Este es el caso de las relativas a hepatitis B, difteria, tétanos y tosferina, poliomelitis, Haemophilus influenzae tipo B, neumococos, meningococos B y C, sarampión, rubéola y parotiditis, así como varicela.