Los niños que hayan abusado de las tecnologías en vacaciones requieren una adaptación paulatina

El inicio del curso escolar, representa para muchas familias la vuelta a las rutinas diarias que durante los meses del verano se han dejado de lado. Horarios, ocupaciones e incluso las compañías son diferentes en las vacaciones y ahora, a mediados de septiembre, es la hora de retomar las costumbres del día a día. ¿Cómo hacer más amena y fácil esta vuelta para niños, adolescentes y mayores? Lo explica Beatriz González, psicóloga del Hospital Parque Llevant.

Uno de los fenómenos actuales es el abuso de las tecnologías, que ya empieza a edades muy tempranas. En época vacacional, cuando los niños y adolescentes disponen de más tiempo libre, hay casos en los que aumenta considerablemente el tiempo que los jóvenes pasan delante de la televisión o jugando con videojuegos en los distintos soportes. “Cuando los niños o adolescentes han abusado de las tecnologías durante el verano, hay que ser conscientes de que esto genera adicción y, por lo tanto, para restablecer la rutina, es preciso hacer una reducción progresiva de su uso”, recomienda Beatriz González. Lo ideal es empezar a reducirlo ya en las últimas semanas de las vacaciones para lograr una adaptación y que pasen paulatinamente menos tiempo delante de alguna pantalla”.


 

“Si no hemos hecho esta adaptación previa, al empezar el curso escolar es necesario dar un margen para ir reduciendo poco a poco los tiempos delante de las pantallas. Especialmente niños que no hayan estado muy activos, que hayan pasado mucho tiempo en casa delante de la televisión y la tablet, pueden presentar una dificultad adicional a la hora de retomar el aprendizaje y el trabajo académico. La capacidad de concentración y atención va a estar algo mermada, les va a costar más estar delante de los libros y realizar tareas”, advierte la psicóloga.

Estar atentos a los hijos

La especialista del servicio de psicología del Hospital Parque Llevant, recomienda a los padres estar muy atentos a sus hijos y hablar con ellos, sobre todo cuando inician una nueva etapa escolar o cambian de centro, o si son niños con problemas de aprendizaje, adaptación o integración, ya que todos estos aspectos añaden más tensión a la vuelta al colegio después de las vacaciones.

“Idealmente, los padres deberían empezar con la adaptación de la que estamos hablando un tiempo antes de la vuelta al colegio, implicar a los niños en la preparación del material escolar, hablar de las clases, de las actividades escolares… para que los niños se vayan preparando mentalmente”.  Cuando los niños o adolescentes inician una nueva etapa, la psicóloga recomienda ir a ver el nuevo centro y realizar ya en vacaciones el recorrido al colegio. “Cuántos más cambios haya, más hay que acompañar al niño o adolescente”.

El aspecto del acompañamiento y de la comunicación es fundamental y requiere la implicación de los padres. “Es importante interesarse por ellos, preguntarles si están nerviosos, cómo lo llevan, qué tal con los compañeros de clase…”. En este sentido, la psicóloga advierte, no limitar esta atención al primer día o la primera semana de clase. “Muchas veces, después del verano, viven la vuelta al cole con mucha ilusión, pero más adelante, cuando ya han vuelto a coger la rutina y llega la normalidad, las emociones intensas del principio se reducen, y es cuando pueden empezar los problemas”. Por ello, los padres deberían preguntar por las clases, los amigos, los profesores, para enterarse de posibles problemas de los que los niños quizás no hablen. “Los padres no deberían dar por hecho que todo va bien, sino buscar la conexión con los niños o adolescentes y que éstos sientan el vínculo con ellos”.