Estrenamos una nueva Unidad de Cirugía Torácica en Hospital Parque Tenerife

Aunque se trata del último escalón en el tratamiento de la hipersudoración primaria, conocida como hiperhidrosis, la cirugía ofrece una solución definitiva en el 95% de los casos, explica la cirujana torácica de Hospital Parque, Ana Paz Valdebenito.

Esta intervención es una de las que se llevará a cabo en la recientemente creada Unidad de Cirugía Torácica de Hospital Parque, compuesta por los cirujanas torácicas Ana Paz Valdebenito y Noelia Sánchez y por un equipo multidisciplinar de diferentes especialistas del centro, que realizarán un seguimiento total del paciente, desde la detección del problema hasta el tratamiento y su posterior alta.

La hiperhidrosis es un trastorno que afecta a un segmento de población de hasta el 3%, principalmente adolescentes y adultos jóvenes, y que interfiere a menudo en el desarrollo de la vida diaria, generando dificultades en el ámbito social, emocional y ocupacional.

A su vez, las doctoras explican que se trata de una patología que se intensifica con el estrés y la ansiedad como consecuencia de la presión psicológica que genera esta alteración, al mismo tiempo que puede repercutir de forma negativa en la autoestima.

La detección de esta patología se realiza a través de la historia clínica y la valoración del paciente, que habitualmente pone de manifiesto que este trastorno interfiere en su vida diaria, en especial al manipular papeles, escribir, dar la mano o incluso conducir. No obstantes, explican las cirujanas torácicas de Hospital Parque, es necesario descartar la presencia de otras patologías subyacentes, como el hipertiroidismo, algunos tipos de tumor, ansiedad o efectos secundarios provocados por determinados fármacos.


 

El tratamiento de la hiperhidrosis, en un primer paso, se centra en la aplicación de terapia tópica mediante el uso de antitranspirantes, a base de clorhidrato de aluminio, que en algunos casos se acompaña de algún fármaco a nivel sistémico.

Otras de las alternativas planteadas son la inyección de toxina botulínica o la aplicación la iontoforesis, la aplicación de láser subdérmico o la termólisis de las glándulas sudoríparas. Asimismo, en otros casos se recurre a intervenciones de cirugía plástica para la resección y liposucción de la zona, sobre todo axilar.

En el caso de que estos procedimientos no den resultado, se opta por la intervención quirúrgica, a través de la simpatectomía torácica bilateral videotoracoscópica, una técnica mínimamente invasiva, que se desarrolla con anestesia general.


 

En este caso, se accede a cada uno de los lados del tórax a través de una incisión transversal de pocos centímetros en la base del crecimiento del vello axilar y desde ahí se introduce una cámara y el material quirúrgico necesario para electrocoagular la cadena simpáticotorácica en el nivel que corresponda, según la zona afectada por la hipersudoración. Con ello, explica la cirujana torácica Ana Paz Valdebenito, se consigue interrumpir la conexión simpática y con ello la hiperestimulación de las glándulas sudoríparas.

Destaca que, además del éxito en los resultados, esta cirugía presenta una bajo número de complicaciones, que, en la mayor parte de los casos, está sujeto a efectos secundarios de carácter temporal. Entre ellos, destaca la sudoración compensadora que consiste en la aparición de hipersudoracion en abdomen, espalda o cara posterior de las piernas, pero que en la mayoría de los casos suele desaparecer a los nueve o diez meses.