La alergia el factor negativo de la esperada primavera

Dra. Karla Garbiela Morales, alergóloga de Hospital Parque Llevant en las instalaciones del Hospital

La Dra. Karla Garbiela Morales, especialista en alergología en Hospital Parque Llevant, nos explica aspectos interesantes sobre esta patología y sus síntomas.


 

La primavera es para muchas personas una de las estaciones más esperadas del año. Las horas de luz se alargan y los valores de la temperatura son más agradables, dejando atrás el frio del invierno, pero es también una de las más temidas para todos aquellos que sufren alergia y los síntomas que conlleva, que pueden convertirse en una pesadilla para quiénes los padecen.

De la mano de la Dra. Karla Gabriela Morales, incorporada recientemente al cuadro médico del Hospital Parque Llevant, conoceremos algo más sobre esta patología y cómo pueden aliviarse algunos de sus síntomas.


 

¿Qué es exactamente la alergia primaveral?

La alergia es la respuesta exagerada e inapropiada del sistema inmunitario frente a a sustancias que deberían ser inofensivas para la gran mayoría de las personas. Las “sustancias” que causan alergia se llaman alérgenos, y son moléculas o proteínas que pueden estar transportados por el aire, como los pólenes, hongos, ácaros o epitelios de animales, etc.

Precisamente el principal agente causal de alergia en esta época del año es el polen. Se estima que son alrededor de ocho millones de españoles los que sufren la patología asociada a este alergeno. Dependiendo del área geográfica y de otros factores adicionales, los más comunes son los de las gramíneas, parietarias, plátano de sombra, olivo y ciprés, especies por otra parte que proliferan en el arco mediterráneo.

En segundo lugar, se posicionan los ácaros. Aunque en las zonas próximas al mar están presentes todo el año por las condiciones atmosféricas, es en primavera y en otoño cuando encuentran las condiciones óptimas de humedad y temperatura para sobrevivir, traduciéndose en un empeoramiento de los síntomas en personas alérgicas. 


 

¿Cuáles son sus efectos?

Generalmente, causan síntomas como la rinoconjuntivitis y/o asma bronquial o un empeoramiento si el paciente los padecía previamente. Los síntomas más frecuentes que pueden experimentarse son:

  • Enrojecimiento, picor, lagrimeo en los ojos.
  • Congestión u obstrucción nasal, picor (nasal, ótico, en paladar…), rinorrea (aumento mucosidad nasal), y/o estornudos en salvas, en las vías respiratorias altas.
  • Dificultad para respirar, tos y/o autoescucha de ruidos respiratorios, en las vías respiratorias bajas.
  • Estos síntomas pueden ser leves o tan molestos que puedan llegar a afectar la calidad de vida, dificultando la realización de tareas y las relaciones sociales, afectando incluso a la calidad del sueño.


 

Diagnóstico y tratamiento de la alergia

Para el diagnóstico correcto es importante hacer una adecuada historia clínica y exploración física. Después, se precede a realizar pruebas en la piel llamadas “prick test o pruebas de alergia intraepidérmicas”. Estas pruebas están diseñadas para identificar sustancias que puedan causar una reacción alérgica en el paciente y están consideradas como un método ideal para diagnosticarlas, ya que se trata de un proceso muy seguro y fiable en cuanto a sus resultados.

Dependiendo de dichos resultados también podría ser necesario realizar otra analítica adicional para establecer el diagnóstico. 

Por su parte, el tratamiento estará enfocado obviamente al tipo de alergia y al grado de afectación del paciente, contemplando tanto la educación en las medidas de evitación como la medicación. Entre otros, los medicamentos más habituales son antihistamínicos, colirios, inhaladores nasales o bronquiales e incluso inmunoterapia (vacuna). Hay que tener presente que la dosis, la frecuencia, la técnica de uso y el tipo de presentación de dichos medicamentos debe adaptarse a cada paciente y ser supervisada por un especialista.